Esta frase me la dijo mi padre hace muy poco tiempo y se me quedo marcada. Es una de esas frases que al oírlas sabes que se te han quedado en un pequeño hueco del corazón y que nunca saldrán. Es una frase que sobre todo en estos tiempos que hay tanta crisis es muy importante, porque la gente no debe perder la fe, ni al esperanza ,hay que sonreír siempre ya tengamos muchos problemas o no, debemos aprender a enfrentarnos a nuestros problemas de cara. Por eso con esta entrada quiero que la gente saque fuerzas de donde crea que no las tenga para seguir luchando cada día.

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